Guardiana de fuego by Lena Valenti

Guardiana de fuego by Lena Valenti

autor:Lena Valenti [Valenti, Lena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Fantástico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-01-26T00:00:00+00:00


XIV

Al bajar por el camino de arena me ha pasado algo muy incómodo. Debo tener cuidado porque mi moto tiene ciento veinticinco cilindradas pero las ruedas no son de trial y podría resbalar, y más viendo cómo están los senderos en Canyet, que algunos son estrechos, empinados y desiguales.

Subía al mismo tiempo un Volkswagen escarabajo descapotable negro. Y cuando he visto quién lo conducía y hacia dónde se dirigía, he notado una desazón inaudita en la boca del estómago.

Era Tania. Me ha mirado con curiosidad, pero no ha podido saber que era yo, dado que llevaba el casco y la visera oscura delantera. Sin embargo, sí se ha fijado en que era una chica y ha puesto cara de arpía. Creo que no se fía nada de Adonis. O es una celosa patológica y repleta de inseguridades que, sencillamente, odia que el viento roce el cuerpo de ese hombre.

Ese tipo de personas son muy peligrosas y tóxicas y cuanto más lejos, mejor.

Pero no la culpo. ¿Por qué iba a fiarse de él? Una vez más, me acaba de demostrar que es un mentiroso. Porque me ha dicho que hoy no iba a ver a Tania y es falso. Ha ido a visitarlo, seguramente para hacer lo que sea, para acostarse, tener sexo salvaje o no… e instruirla. Cuando pienso en ello, se me vienen imágenes incómodas a la cabeza que no quiero imaginar, pero me salen solas.

Por eso, al llegar a casa, me he quedado con Venus y nos hemos dado un bañito. He llenado la bañera, le he puesto jabón, burbujas que no falten, y he metido un par de muñecos.

Las dos disfrutamos de ese instante y hablamos mucho de todo lo importante en el mundo como, por ejemplo, el nuevo juguete de Diana, la diadema de Tasia, la Patrulla Canina y la película Encanto.

—La casa es mágica —me dice, enjabonándome el pelo. Le encanta.

—Sí, es mágica.

—La yayita hace magia.

—¿La de Encanto?

—No, la mía —se ríe como si yo dijera tonterías.

—¿Por qué dices eso? ¿La has visto hacer magia? —Paso la esponja lila claro por su cuerpecito, atenta a su respuesta.

La niña se encoge de hombros, pero no me responde.

—Pone pájaros por la casa.

Me da un ataque de risa que no me aguanto. Que la niña llama pájaros a los fascinus, a los falos con alas.

Venus es un soplo de aire fresco, es pura luz.

—Y tambén ojos. Muchos. Sí —asume tomando mi cara entre sus manos. Está a punto de meterme el jabón en los ojos, pero me da igual—. ¿Po qué?

—¿Por qué pone pájaros y ojos? —digo mordiéndome el labio inferior para no echarme a reír otra vez.

—Sí. No me gustan.

—Porque ella cree que nos ayudan a estar protegidas para que nada malo nos pase. Como la casa de Encanto, que ayuda a que todos estén bien. ¿Lo entiendes?

Venus asiente y me pasa la manita por la mejilla.

—¿Y esos pájaros echarán al hombre malo?

El agua de la bañera está caliente, pero la siento fría de golpe, como mis hombros, que se quedan helados.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.